Un animal con un lápiz cambiaría muchas formas de pensar... ¿Y tú?
CONCURSO INFANTIL DE CUENTO MEDIOAMBIENTAL-ANIMAL EL CUARTO HOCICO

CUENTOS FINALISTAS

20 han sido los cuentos que optan a ganar este concurso.
Tenemos de todas clases. Y todos dicen cosas muy interesantes.
Más largos o más cortos, todos tienen su mensaje.

Cuando lleguéis al final no os dejéis ningún cuento. Debéis hacer CLIC en donde dice "Entradas anteriores".

¡Gracias a todos por participar!

EL TESORO PERDIDO

Este es un cuento colectivo que escribieron los niños de 3ºC del Colegio Gil Tarín, de La Muela entre todos la semana pasada, para los alumnos de infantil, dentro de las actividades para promover la lectura. Fueron diciendo una frase cada uno por turnos, hasta que fue tomando forma. Trata sobre un dragón que quiere hacer daño a otros animales y que quema los bosques en su propio beneficio. El dragón al final no se vuelve bueno, pero encuentra una manera de vivir sin hacer daño a los demás.




Érase una vez un dragón que era muy fiero y se llamaba Valero. Era grande y se comía a todo el mundo. Vivía en un palacio grande y muy lujoso.
Un día estaba espiando a una hormiga porque solo ella conocía un pasadizo secreto. Pero a veces la perdía de vista porque era muy pequeña.
Así que pensaba:
    -¿Dónde estará?
El dragón necesitaba encontrar el pasadizo secreto porque creía que habría mucho oro y necesitaba tener un tesoro para ser un dragón verdadero.   
Entonces Valero decidió secuestrar a un unicornio, porque ellos conocen todos los secretos.
-         Dime dónde está el pasadizo del tesoro y no te quemaré con mi fuego –Dijo el dragón.
-         Las hormigas son mis amigas, así que no les traicionaré diciéndote su secreto- Contestó el unicornio.
El dragón entonces amenazó al unicornio con comérselo si no le decía su secreto. Así que el unicornio no tuvo más remedio que decírselo… pero era una trampa.
-     Ve al “Bosque Maldito”, donde vive el duende Orejotas. Es el más sabio del bosque. Él te dirá lo que necesitas saber.-le explicó el unicornio.
Así que el dragón se fue al bosque en busca del duende. Pero fue algo muy difícil porque los árboles del “Bosque Maldito” se iban moviendo para ocultar el camino y que el dragón no encontrara al duende Orejotas.


El dragón se enfadó muchísimo y escupió fuego por su boca, provocando un gran incendio. Entonces todo el bosque se quemó. En pocas horas, no quedó nada, ni árboles, ni pájaros, ni ardillas….nada. Excepto la casa del duende Orejotas. Era una casa mágica que resistía los incendios y los terremotos, y los maremotos... y los… etc
El dragón llamó entonces a la puerta y apareció un ser pequeño de orejas muy grandes. Era también muy cascarrabias. El duende le invitó a entrar a su casa.
El dragón entró. El duende se fue a preparar algo para comer. Mientras, el dragón aprovechó para buscar el tesoro en la casa.
El duende volvió  con dos tazas de infusión de algas de ciénaga, que eran las favoritas de los dragones, ya que les refrescaba la garganta tras escupir fuego.
Entonces encontró al dragón revolviéndolo todo:
-¿Qué haces?- dijo el duende.
-Emm…yo…pues verás… estoy buscando un tesoro.
     El duende se hizo el sorprendido y le dio su taza de infusión al dragón. El dragón tuvo de repente mucha hambre y pidió algo más de comer.
-¿Tienes algo para comer? Esta infusión me ha dado un hambre…
El duende trajo un plato de comida, pero antes le había echado unas pastillas para que se mareara. El duende dijo:
-Aquí pasa algo. ¿Para qué quieres un tesoro?
-Para ser un dragón verdadero-contestó el dragón.
El dragón no pudo seguir hablando porque en ese momento comenzó a marearse y se cayó.
Entonces se fue el duende Orejotas a buscar ayuda. Casualmente, pasó por allí un amigo suyo que iba buscándolo. Se encontró allí al dragón mareado. Cogió la cuerda más fuerte que encontró y ató al dragón con ella lo más fuerte que pudo. Mientras pensó qué hacer con él.
Pensó que lo mejor sería tirarlo a un lugar profundo, pero él no era lo bastante fuerte. Así que pidió ayuda a todas las hormigas del bosque y entre todos lo tiraron al acantilado.



Al fondo del acantilado había unas serpientes parlantes y lo desataron. Pero eran acuáticas y muy malas. Eran además muy valientes y atrevidas. Las serpientes le dieron una roca dorada:
-      Esto te dará suerte para encontrar el tesoro que buscas.
-     Muchas gracias, veré que puedo hacer- Dijo el dragón.

El dragón salió a la superficie y la piedra brilló al sol. Un rayo hizo aparecer un papel antiguo enrollado. El dragón lo desenrolló:
-     ¡Un mapa!, quizás me lleve al pasadizo secreto.
Siguiendo las instrucciones, el dragón, después de mucho pensar, encontró la entrada del pasadizo secreto. Dando patadas en la puerta logró abrirla.
Siguió el pasadizo hasta que por fin dio con el tesoro. Era un cofre que había que abrir con una llave espacial
Se sumergió de nuevo en el mar. La llave no podría andar muy lejos, así que buscó entre los meteoritos que habían caído al mar. Y justo ahí debajo de una piedra  estaba la llave.
Levantó la piedra y la cogió.
Fue de nuevo al pasadizo, y por fin logró abrir el cofre del tesoro.
Pero, ¿qué encontró?
¡¡¡UN SACO DE PATATAS!!!

Claro, era el alimento favorito de las hormigas. Y las habían guardado para el invierno. Por eso, para ellas era un tesoro.
El dragón las probó. Estaban duras y sosas, así que, muy enfadado y sintiéndose engañado, decidió quemarlas echando fuego por la boca.
Fue así como se inventaron las patatas asadas. El dragón se convirtió en chef y montó su propio restaurante. Nunca más molestó a las hormigas.

Ahora las hormigas eran sus mejores clientas.


Cuento colectivo de 3º Primaria del Colegio Gil Tarín, La Muela. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario