Había una vez un conejo llamado Whisky, que rondaba por las calles de París. Un señor lo cogió y se lo llevó a la protectora de animales. La protectora se llamaba Blanca. Blanca no sabía qué hacer con Whisky. Estuvo muchas semanas sin saber a quién darlo. Al final encontró un niño que era de la India y que quería un conejo hace años. En ese momento empezó el viaje de Blanca y el conejo.
Se fue al puerto y cogió el barco de las 11:00. Cuando llegó a la India no sabía dónde ir, hasta que se dio cuenta que tenía que ir por la carretera recto 15 km.
Al anochecer acampó, y se durmió. Por la mañana, anduvo los tres km que le faltaban y llegó al pueblo.
El niño le estaba esperando en frente de la casa. Blanca, cuando abrió la jaula, vio el conejo muy enfermo. Fueron corriendo al veterinario para curarlo. El veterinario le dijo que tenía una pulmonía, pero que podía curarlo.
A Blanca le dio tanta pena Whisky, que se quedó allí hasta que se curara. Un par de días
más tarde Whisky se recuperó, Blanca avisó al niño y a su padre.
Entonces, como estaban tan contentos, le preguntaron a Blanca...
-¿¿Quieres pasar el próximo verano con nosotros??
Y Blanca contestó...
-¡¡¡Sí!!!
Oriol Riba Salvany
Colegio: J.J. Ràfols. Torrelavit (Barcelona)
9 años
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