Me llamo Diana.
Yo tenía una perra que se llamaba Loba. Se murió porque tenía cáncer y mis padres y yo lloramos mucho su muerte.
Entonces, decidimos adoptar un perrito. Nos fuimos a una perrera donde estaban muchos animales y ahí estaba una perrita, toda sucia y mojada. Estaba lloviendo.
Mis padres y yo dijimos que nos gustaría adoptar ese perrito. Nos dijeron: “muy bien. Es una hembra, y tiene una semana más para su adopción. Si no, será sacrificada”.
Eso les sucede a todos los animales que estás en una perrera. Tú, si puedes adoptar un animal, ya sea grande o pequeño, le estás salvando la vida como yo en ese momento hice.
Ahora estamos muy contentos y tranquilos, y con la compañía de una tortuga.
Diana
1º Primaria. CRA Orba, Muel
7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario